Nos encontramos en un contexto en el que todas las agendas gubernamentales consisten en multiplicar las agresiones contra los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora. Mientras tanto, los verdaderos culpables de la crisis (banqueros, constructores, especuladores y capitalistas) siguen impunes, sin asumir ninguna responsabilidad y dictando a los gobiernos los planes de ajuste que nos deben imponer. Los banqueros en vez de ir a cárcel, han recibido sumas faraónicas de dinero público. Los mismos gobernantes que han rescatado a la banca a través de las arcas públicas, dicen sin pestañear que se debe recortar drásticamente el gasto público. Desde CGT aseguramos que la banca no se ha merecido ninguna de las ayudas públicas recibidas, y defendemos que este bochornoso espectáculo ha demostrado una vez más que los gobiernos son meros representantes de los banqueros y capitalistas. Esta injusta situación nos obliga a reafirmar nuestras históricas posiciones anticapitalistas y a insistir que las políticas de ajuste están provocando una catástrofe social que debemos detener.
El capital siempre se ha esforzado en impedir que se desarrolle un pensamiento crítico en la sociedad.Pero en la actualidad, el monopolio de la información ha llegado a niveles intolerables. La patronal, especialmente la bancaria, se ha apropiado del debate público y no cesa en esforzarse a través de sus medios de comunicación para que asumamos resignados cualquier recorte social y laboral. Quieren eliminar del debate público cualquier planteamiento alternativo, y están aprovechando el miedo y la crisis para que se considere aceptable lo que en otro contexto sería inaceptable. Nuestro sindicato no se resigna ante esta situación, y no interioriza la ideología y normas sociales del sistema, sino que se rebela contra ellas.
Desde CGT defendemos que es necesario actuar ante lo que está ocurriendo. Nadie puede mirar para otro lado porque nadie está a salvo de los recortes que están instalando la pobreza entre las familias trabajadoras. Por tanto, creemos imperiosamente necesario multiplicar las resistencias y aunar fuerzas. Es imperiosamente necesaria una movilización sostenida y masiva en el tiempo, y trabajar por una amplia unidad de acción en las calles y en los centros de trabajo. CGT es un sindicato que no se rinde, y defendemos firmemente que la lucha sirve. No negamos las dificultades y sabemos que enfrentarse a los planes de la patronal no es una tarea fácil, pero no debemos olvidar que, de no existir resistencia social las cosas nos irían aun peor. La lucha, la protesta y la solidaridad está consiguiendo paralizar desahucios y también que se dé marcha atrás en el cierre de algunos servicios sanitarios. Por tanto, insistimos en que la lucha sirve y en que es necesario luchar, porque sin luchar la derrota está asegurada.
El gobierno teme a la organización y a las protestas de los de abajo, de los trabajadores, parados y pensionistas. Por esta razón se están esforzando en reprimir y criminalizar las protestas. Intentan conseguir que nos quedemos de rodillas mientras los “mercados” destruyen nuestras vidas. No respetan ningún tipo de protesta: impiden cortes de tráfico, reprimen a las protestas mineras, desprestigian la opción de la huelga, multan por participar en “concentraciones no autorizadas”, cargan contra los estudiantes, padres y profesores por manifestarse, mandan a los antidisturbios para garantizar por la fuerza los desahucios, difaman contra los funcionarios, satanizan el hecho de repartir alimentos de grandes supermercados entre familias que lo necesitan, etc. Para ellos la única opción válida es la del sometimiento. Además pretenden por todos los medios vaciar de contenido las protestas y desactivarlas por completo. Erosionar cualquier tipo de contrapoder y alternativa, que pueda poner en peligro las actuales relaciones de poder y de clase.
A su vez, existe una campaña de desprestigio por parte del capital contra la agrupación colectiva, los sindicatos y derechos básicos como la huelga. Este bombardeo ideológico se esfuerza en intentar convencernos de que cualquier sindicato es sinónimo a algo malo. Desde CGT denunciamos esta campaña de intoxicación y manipulación. A su vez tenemos que señalar que esafortunadamente, las prácticas sindicales de las cúpulas de UGT y CCOO, han favorecido la difusión y asimilación de esta ofensiva reaccionaria. Por otra parte, estas cúpulas en los últimos años no se han dedicado a impulsar las luchas, sino a buscar una política permanente de pacto social no acompañada de movilización. La política de pactos ha demostrado ser nefasta y solo ha conseguido allanar el camino para mas ataques la prueba mas clara la tenemos en el pacto de pensiones de enero de 2011. Este acuerdo que condena a la mayoría de los trabajadores a jubilarse a los 67 años con una pensión mas baja, fue firmado sin consultar ya no solo a los trabajadores, sino a los propios afiliados de UGT y CCOO. Este pacto, no evitó que se produjeran ataques posteriormente y solo sirvió para dar alas y envalentonar aun más a la patronal. Estas críticas no significan que no queramos la unidad, todo lo contrario, CGT históricamente ha sido un sindicato que firmemente a defendido la unidad, pero siempre y solo para luchar, no para traicionar.
En definitiva, pensamos que la estrategia del pacto por el pacto no es útil en la defensa de los intereses de la clase obrera. Nuestra práctica sindical diaria se basa en la firme y estricta defensa de los derechos laborales y sociales. Esto significa que nuestro sindicato nunca antepone los intereses de nadie a los de la clase trabajadora. Apostamos por la estrategia de la movilización y negociación, no al revés. Nuestra lucha se basa en la opción de la resistencia y la movilización, porque sabemos que es la única herramienta útil para conseguir defender nuestros derechos y derrotar al capital. Nuestra participación en comités de empresa, juntas de personal y mesas de negociación se basan en: información, transparencia, coherencia, movilización, solidaridad, participación, democracia, debate y en mantener con estricta firmeza la defensa de los puestos de trabajo y los derechos laborales. Por tanto, para nosotros el sindicato debe ser una herramienta al servicio de la clase obrera, y no al revés, donde no tengan cabida los secretos y las maniobras a espaldas de los trabajadores. Por esta razón, siempre hemos exigido que antes de la firma de cualquier acuerdo general sea necesario consultar previamente a los trabajadores en referéndum. Así lo hemos defendido siempre que en Correos se ha procedido a negociar un nuevo convenio y acuerdo general. CGT, no es un sindicato corporativo, sino un sindicato de clase y una organización que quiere opinar, reivindicar y movilizar respecto al conjunto de situaciones y problemas que afectan a la clase trabajadora y a la sociedad. Siempre queremos participar en las luchas en defensa de los servicios públicos, contra las privatizaciones, o contra las guerras imperialistas. Tampoco olvidamos que junto a la actual crisis económica capitalista, convive una profunda y preocupante crisis ecológica. La lógica capitalista de la búsqueda desenfrenada del máximo beneficio ha llevado al planeta hacia la catástrofe y la destrucción. Por estas razones, defendemos una ecología anticapitalista y una conciencia respetuosa con el medio ambiente. Rechazamos el actual modelo energético basado en combustibles fósiles. Este sindicato reivindica una fiscalidad realmente ecológica y apostamos por un modelo energético anticapitalista, que potencie las energías renovables, limpias y no contaminantes. En definitiva, queremos luchar por salvar el planeta, y no a los bancos. Porque si no defendemos la tierra ¿Dónde haremos la revolución?.
Nuestras ideas podrán parecer utópicas, pero la historia nos demuestra que cualquier situación por desfavorable que sea puede ser superada. Cuando la clase obrera se pone en marcha de una forma unida y decidida es complicado encontrar una reivindicación imposible. Pero nada podremos volver a conseguir si no emprendemos una lucha colectiva y combativa masiva. Tenemos que recuperar la conciencia de que tenemos capaz de influir y que hay otra salida a la de aceptar sumisos cualquier ataque. Apostamos por una coordinación de luchas a nivel europeo que asuman decididamente el reto de plantar cara a los recortes.
Te invitamos a que te unas a nosotros y que luchemos en primer lugar por recuperar lo perdido, y a poner fin a que solo las reivindicaciones de la patronal sean tenidas en cuenta. Te animamos a escoger con nosotros la opción de la resistencia y la movilización. En definitiva a que te sumes a la CGT, a un histórico sindicato de clase, libertario, anticapitalista, combativo, que mantiene con firmeza la perspectiva de la transformación de la sociedad y que pelea día a día para que el mundo cambie de base y seamos los trabajadores quienes gestionemos democráticamente una nueva sociedad sin opresores ni oprimidos, que tenga como base la satisfacción de las necesidades humanas teniendo en cuenta los limites biofísicos del planeta.
VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA POR UN SINDICALISMO DE CLASE Y COMBATIVO POR LA DERROTA DEL CAPITAL
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