El jefe de distribución es presionado, este aprieta a l@s jef@s de sector, que a su vez presiona a la jefatura de carteria, y este presiona a l@s carter@s. Es un circuito y cadena infernal donde quienes mas pierden son l@s carter@s, que se encuentran extremadamente presionad@s con ordenes irrealizables de “sácate y repártelo todo, tu sección, el farol, las notificaciones, la urgencia, cartas con fecha, la revista de Real Madrid” y un largo etcétera. Nos están diciendo cada vez con menos disimulo y mas morro que doblemos y tripliquemos nuestro rendimiento.
Desde CGT vamos a seguir peleando por todos los medios posibles para que el estrés no sea el método de organizar el trabajo. Insistimos en los Comités de Seguridad y Salud y ante la Inspección de Trabajo en la imperiosa necesidad de realizar evaluaciones de riesgos psicosociales debido a los numerosos factores psicosociales desfavorables que no paran de multipilicarse: ansiedad, sensación de apremio en el tiempo, estrés, preocupaciones a causa del trabajo en el tiempo libre, fatiga, sentimientos de culpa, agobio, dormir mal, cansancio, etc. Y no nos cansamos de insistir en que no toleramos hechos consumados, y que todos estos factores psicosociales desfavorables que deben ser evaluad@s y eliminad@s.
Esta situación afecta negativamente a l@s empled@s, y también a la calidad del servicio postal y el reparto. Se imponen unos objetivos tan irrealizables que a veces se opta por el falseo de estadística para salir del paso, por ir a prisa todo el tiempo, etc. El problema es que pretenden que nos acostumbremos a asumir lo inasumible, y hacer lo que sea, mientras cada día se reparte peor y mas cantidad, con menos contratación. Que nos saquemos lo de dos, para que al final nos terminen ordenando sacar lo de tres o lo de cuatro carter@s. Lo quieren todo: que repartas todo, que vayas a tope cada segundo de la jornada, lo entregues todo, y que encima no cometas ni un error. Pero trabajando en estas condiciones es normal que la entrega efectiva sea escasa, y que nos equivoquemos, haya robos, pérdidas, etc.
Frente a estos abusos empresariales y organización del trabajo, debemos organizarnos, permanecer unirnos, y nunca competir entre nosotros. Debemos pensar no de forma individual, sino colectiva, dado que hablamos de problemas que nos afectan a tod@s. Hay que pararles los pies y solo lo podemos hacer junt@s. Si una sección es inasumible hay que argumentarlo y ponerlo por escrito; si hay factores psicosociales negativos hay que pedir colectivamente una evaluación de riesgos; si hay reivindicaciones, estas deben llegar a la dirección.
Desde CGT estamos dispuest@s a colaborar en todo lo posible, insistiendo una vez mas que si la empresa siguen haciendo oídos sordos, no nos queda otra que la movilización.