El próximo 5 de abril se cumplen dos años de la firma de nuestro actual Convenio y Acuerdo. Debemos recordar que previamente se realizaron huelgas y movilizaciones en Correos convocadas por CC.OO, CSIF, Sindicato Libre, ESK, CGT y STAS. La afiliación de nuestro sindicato decidió de forma asamblearia sumarse a estas protestas con la intención de conquistar derechos laborales para todos los trabajadores. Este sindicato constantemente ha luchado por la unidad, siempre y cuando fuese para luchar y no para pactar. Hubo un acuerdo mínimo de diez puntos “irrenunciables” por los que pelear, entre ellos se encontraban: Días de asuntos propios vinculados a la antigüedad para personal laboral, 100% de retribuciones en las bajas por enfermedad común, creación de la figura del suplente, clausula de revisión salarial, compromiso de caminar hacia los 1.500 euros de salario, despenalización completa del CPA; pago de tramos, con atrasos, sin vinculación al absentismo, etc.
Pero la realidad fue, que el 5 de abril los sindicatos CSIF, CC.OO, Sindicato Libre, junto con UGT (este último no había participado en las movilizaciones) firmaron un convenio y acuerdo general que no conseguía ninguno de los denominados “diez punto irrenunciables”, cuyos contenidos incluso iban en contra de la propia tabla reivindicativa de los propios sindicatos firmantes. Además, una vez más el convenio fue firmado sin una consulta previa a los trabajadores en referéndum. A CGT se nos insistió una y otra vez que nuestra propuesta de referéndum en Correos era imposible e inviable. Nos sorprendía que delegados de UGT y CC.OO nos dijeran estas apreciaciones sin pestañear, cuando días antes de la firma del convenio de Correos, las secciones sindicales de UGT y CC.OO en AENA habían organizado un referéndum en todo el estado convocando a la totalidad de la plantilla.
Desde CGT insistíamos una vez mas que se había procedido de forma antidemocrática a espaldas de los trabajadores, y que el nuevo convenio y acuerdo suponía un empeoramiento de nuestras condiciones laborales y salariales. Los sindicatos firmantes nos calificaron como el “sindicato del no” e incluso de “irresponsables”. Este ha sido un intento recurrente para desprestigiar a la CGT y presentarnos como si fuéramos una panda de descerebrados. Como si nuestra negativa a la firma de pactos se explicara por el puro capricho y ganas de pataleta.
La realidad, es que CGT siempre ha dicho NO a firmar acuerdos sin consultar a los trabajadores y a pactar retrocesos en derechos laborales. Pero esta práctica sindical no se contradice con otros escenarios. No tendríamos reparos en firmar un acuerdo, previo referéndum, siempre y cuando supusiese un avance en los derechos laborales y en la consecución de una genuina tabla reivindicativa: jornada laboral de 35 horas de lunes a viernes, clausula de revisión salarial, recuperación del poder adquisitivo perdido, despenalización de las bajas, que en caso de despido improcedente sea el trabajador quien elija readmisión o indemnización, etc. Hoy queremos compartir un análisis serio y reflexivo de balance de nuestro convenio en sus aspectos más importantes:
SALARIO:
El convenio y acuerdo congelaba los sueldos durante toda su vigencia. En otras ocasiones nos quejábamos de acuerdos que pactaban una subida salarial inferior a la subida del IPC, pero ahora tenemos que denunciar que no hemos tenido subida, porque el incremento pactado ha sido 0.
El convenio también negaba la disposición de una clausula de revisión salarial. Esta reivindicación fue consideraba utópica por los firmantes, pese a que por entonces el 44% de las empresas de todo estado disponían de clausula, afectando al 38% del total de los asalariados.
Pese a que la penalización del CPA se modificó, las bajas por enfermedad siguen penalizando de forma escandalosa, incluso doblemente en bajas intermitentes o superiores a cinco días.
El cobro de tramos se ha regularizado, pero con vinculación al absentismo, cuando en las sentencias judiciales estábamos consiguiendo el 100%. Por tanto, en el convenio se ha aceptado que nuestra salud se vinculara una vez más a nuestro salario, incluso se establece que las ayudas de acción social pueden vincularse al
absentismo.
Respecto al cobro del CPA se establece que está vinculado a “la especial dedicación y esfuerzo de los empleados/as de la empresa en el desempeño de los cometidos y objetivos que se establezcan”. Por tanto, en cualquier momento este complemento puede desaparecer incluso asistiendo al trabajo. Dos años después podemos preguntar a los firmantes. En CGT nos seguimos preguntando ¿Qué se ha ganado con un pacto salarial de este tipo?
MOVILIDAD Y FLEXIBILIDAD LABORAL :
En este aspecto hemos sufrido un retroceso tras otro en los últimos años. Hemos pasado de poder tener una sección habitual con derechos de permanencia en ella, a que te puedan cambiar de centro con facilidades inimaginables años atrás. Concretamente el actual convenio se ha cargado la efectividad de los reajustes locales al redefinir la concepción de centro de trabajo, al establecer que la unidad “podrá extenderse a más de un centro físico de trabajo en el ámbito de la localidad, tales como unidades de reparto urgente, comerciales, etc”. Con esta coletilla, se ha dado un poder desmesurado a Correos. Los compañeros de las USEs lo saben muy
bien, a quienes se ha trasladado en más de una ocasión entre las 12 USEs que hay en Madrid.
Se estableció un artículo nuevo (53) titulado: “Modificaciones de jornadas, horarios y turnos”, que empieza: “la empresa podrá implantar cambios que supongan una modificación sustancial colectiva de jornadas horarios y turnos”. Las razones que puede alegar Correos para ello son: aumento de tráfico postal, disminución
del tráfico postal o variación de los horarios de las rutas de transporte y distribución. Un autentico regalo a la empresa, que fue utilizado para eliminar los turnos de tarde en ordinaria. Además el artículo 38 del convenio nos deja vendidos a las últimas reformas laborales, y ha sido utilizado para cambiar los turnos de la nocturna en algunos centros.
Además, se pactó un sistema de vacaciones con cómputos máximos y mínimos de cuanta gente podía irse de vacaciones en cada centro. De esta forma se ha otorgado un poder excesivo e injustificable a Correos para que nos pueda imponer más fácilmente las vacaciones.
Se establecía que cualquier centro de trabajo podía cerrar la tarde durante los meses de verano, sin especificar nada más respecto a plazos y lugares. Esto ha sido utilizado por Correos para cerrar la tardes en USEs y sucursales al antojo empresarial, sin tener en cuenta a los trabajadores afectados.
PRECARIEDAD :
Este convenio ha establecido que las necesidades estructurales de empleo se pueden cubrir con contratos fijos-discontinuos y a tiempo parcial. Incluso se incluye claramente que el contrato a tiempo parcial “Es un instrumento importante para la satisfacción de las necesidades de la empresa”. Hoy estamos viendo como están aumentando este tipo de contratos precarios, que incluso se multiplican en los puestos ofertados en el concurso de traslados.
Tampoco hay que olvidar la vergonzosa salida que estableció el convenio colectivo para el personal en lista de expectativa. Se pactó que dicha lista se extinguiría, sin que Correos tuviera la obligación de ofertar al menos un puesto a cada expectante.
Las evaluaciones negativas de desempeño establecidas por convenio, han expulsado injustamente de las bolsas de empleo a muchos compañeros.
REGIMEN DISCIPLINARIO :
El nuevo régimen disciplinario aumentó de tres a seis meses, el tiempo máximo que un laboral podía estar suspendido de empleo y sueldo. Esta medida fue justificada, alegando que de esta manera se reduciría el recurso al despido. Pero curiosamente ha ocurrido lo contrario en los últimos dos años. La política represiva por parte de la dirección de Correos ha aumentado vertiginosamente contra el personal laboral y funcionario. Además la represión sindical contra CGT se ha intensificado, cuya verdadera razón la encontramos
en nuestra negativa a firmar el convenio y por continuar defendiendo nuestro modelo de sindicalismo anticapitalista y combativo. Correos, bajo la acusación de ofensa verbal a los superiores ha suspendido de empleo y sueldos a varios delegados de CGT, incluida la secretaria general.
Incluso algunos compañeros han estado suspendidos de empleo y sueldo provisionalmente durante seis meses (por tanto sin poder cobrar el paro) y llegando a ese tope han sido despedidos. Todo un ejemplo de mala fe por parte de Correos, gracias al régimen disciplinario que se pactó.
Peligrosamente se establece como falta leve y grave la inasistencia a los cursos de formación, sin indicar si son cursos de adaptación profesional o promoción profesional.
Se acerca el fin de este convenio colectivo, y de cara a la próxima negociación es necesaria una estrategia de movilización unitaria con el fin de conseguir un convenio que establezca el empleo digno y con derechos. En un proceso de este tipo donde la negociación colectiva es fundamental, el sindicato debe ser una herramienta al servicio de los trabajadores, y no al revés. Los trabajadores tenemos que ser protagonistas a la hora de decidir y condicionar la negociación. Y para el sindicato una reivindicación irrenunciable debe ser exactamente eso, y no una reivindicación pasajera. Por supuesto, una vez más defendemos que a la hora de aprobar o rechazar un acuerdo o pre acuerdo de convenio colectivo o acuerdo general, tienen que decidir todos los trabajadores democráticamente en referéndum.
¡NINGUN ACUERDO SIN CONSULTA A LOS TRABAJADORES! ¡CONTRA LA REPRESIÓN LABORAL Y SINDICAL! ¡POR EL EMPLEO DIGNO Y CON DERECHOS!
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