Para ello hemos acudido al “Informe Anual Estadístico de la Función Pública” que en enero de 2017 recoge que actualmente somos 39.966 trabajadores/as (desglosad@s en 13.325 funcionari@s y 26.640 laborales fij@s y fijos/as discontinuos/as).
A su vez, se ha publicado esta semana un informe de la SEPI en el que se arroja la cifra total de 52.441 empleados/as en Correos (en esta ocasión se recoge también al personal eventual), por lo que la cifra de eventuales es de 12.475 personas (23,78% de la plantilla). Debemos reseñar que la precariedad también alcanza a los 300 trabajadores fijos discontinuos que aún quedan en la empresa y a los centenares de trabajadores fijos con jornadas parciales o de fin de semana, sumando entre los primeros y los segundos unas 1.000 personas. Por tanto, el personal precario de la empresa es de un@s 13.500 trabajadores/as (25,74% de la plantilla, por tanto, uno de cada cuatro).
Estos datos son alarmantes, y creemos que debería ser objetivo prioritario mantener (y aumentar) la dignidad en los puestos de trabajo, creando plazas fijas a tiempo completo, cubriendo las secciones vacantes con personal fijo y estable, e igualando las condiciones del personal laboral al resto de personal laboral de la Administración General del Estado.
Recordemos que éste no es sino el final de un plan para acabar con el Sector Público Postal, iniciado por Feijoó en el año 1998 cuando nos convirtieron en una S.A., se acabaron las oposiciones a funcionario/a, pasando por la vergonzosa exclusión del personal de Correos en el EBEP de 2007 (con firma de los sindicatos “de la casa”).
Vemos que este es un punto crítico de inflexión, debemos escoger nuestro camino:
a) resignarnos a trabajos precarios como “paqueteros” de Amazon, o b) luchar para recuperar el estatus de trabajador/a público/a? Es el momento, y CGT siempre va a escoger luchar.